Daguerre y todos sus colegas, que participaron en la
invención de lo que llamamos fotografía, nunca alcanzaron a imaginar la
trascendencia que tendría aquello a lo que dedicaron gran parte de sus vidas. En un
mundo sin fotografías, sin imágenes captadas directamente de la naturaleza por
medios técnicos, mecánicos y químicos, resultaba imposible articular el alcance
del nuevo lenguaje visual.
Ilustración que muestra la realización de los primeros Daguerrotipos Japoneses en Okinawa. ca. 1853 |
En aquella época, fue como si un relámpago recorriera la
mente de una sociedad que vivía en un frágil equilibrio entre el ancla de la tradición y el nuevo viento
de la evolución social, política y tecnológica.
En muy poco tiempo, el
invento del Daguerrotipo recorrió todo el planeta, desde París a Estambul,
desde Inglaterra a Argentina, desde Australia a España pasando por India, Oriente
Medio y África.
En 1843, cuatro años después de la presentación pública del
invento, ya se habían realizado miles, millones de fotografías con este procedimiento.
Y esto no es de extrañar, ya que toda la parte científica y técnica estaba
envuelta en un halo de misterio, de magia y alquimia.
Grabado que muestra a un daguerreotipista y su modelo. |
Para comprender este hecho, intentemos trasladarnos en el
tiempo e imaginemos que nos acercamos a uno de esos nuevos locales en los que
realizan retratos sobre una placa de plata. Entramos, solicitamos los servicios
y nos sientan en una silla con un reposacabezas mirando hacia una caja de la
que sale un tubo con una lente. El operador cubre con un paño negro su cabeza y
la parte trasera de la caja. Tras un rato oculto, manipulando cosas que no
vemos para que la intriga sea mayor, nos pide que no nos movamos mucho. Quita
la tapa, tararea algo, ¿un conjuro tal vez? Vuelve a poner la tapa en la lente,
retira una pieza de la parte trasera de la caja y nos pide que esperemos en la
sala principal.
Estudio de Matthew Brady´s en Broadway, Nueva York, ca. 1850 |
Al cabo de unos minutos regresa con un objeto en las manos,
parecido a los que adornan las paredes de la sala de espera, nos lo muestra y
reconocemos al instante nuestra cara pintada sobre la placa de plata. Se parece
tanto a nosotros; los pliegues de nuestra ropa, la textura de la piel, los
detalles de la mirada…
¡Magia, no puede ser, cómo podemos estar en dos sitios a la
vez! Nos ha cogido y nos ha metido dentro de una caja para sacarnos atrapados en
una placa metálica protegida por un cristal y adornada con un marco.
El fotógrafo nos explica que no es magia, que es ciencia y
arte a la vez. Sin embargo, cuando se lo contamos a nuestros amigos y le
enseñamos nuestra imagen, todos seguimos pensando que tiene que haber algo más
profundo detrás de ese objeto.
Y esa magia, que radica en el mero registro de intensidades
de luz, ha seguido guiándonos durante 175 años, enriqueciendo nuestra cultura,
nuestra sensibilidad y nuestro saber.
Ejemplo de daguerrotipo en su estuche |
Y aquí estamos nosotros, como Centro Andaluz de la “magia”
de la Fotografía, intentando acercar a todo el mundo el trasfondo cultural de
este arte. Con esa idea queremos presentaros el trabajo que estamos realizando para la recreación de las formulas de
construcción de esas primeras cámaras que nos permitieron vivir en un mundo de
imágenes.
Maderas de abeto y cerezo para la construcción de la cámara |
Iremos contando en este blog, entre muchas otras cosas, todo
el proceso de recreación de las técnicas de construcción de esos primeros aparatos fotográficos del siglo XIX. Y para ello, nos centraremos en esos momentos en que la
industria fotográfica no existía, y había que acudir a técnicas de trabajo
tradicionales para componer los nuevos artefactos creados a partir de diseños
técnicos preindustriales.
Detalle de la óptica de época montada en el frontal de la cámara. |
Para finalizar esta primera entrada el blog del CAF os dejamos un enlace a un video muy interesante sobre los primeros años de la fotografía creado por el Museo de Fotografía y Cine George Eastman House.
"The Daguerreotype"
"The Daguerreotype"
© Pablo Ruiz 2014. Conservdor-Restaurador CAF
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